¿Será siempre la misma historia?
Sin darnos cuenta entramos en ella; como saltimbanquis derrotados por la astucia de una guía que se muestra casi siempre espontánea, inclemente, escindida, incoherente, confundida; insolente como una calandria que (tomando mate o delirando de agonía) nos convoca a pensar como una acelga (colectiva) en esta vaina; sin decirnos nunca a que jugamos, o cuando perdimos; pero manteniendo convencida, dulce y eternamente, ese fiel suspenso que cada cien décadas nos caracteriza...
¡Cuanta dualidad y un solo destino! ...El de la masa...
...No hace falta decir mucho más. Solo basta con respirar y salir a la calle...
Sin darnos cuenta entramos en ella; como saltimbanquis derrotados por la astucia de una guía que se muestra casi siempre espontánea, inclemente, escindida, incoherente, confundida; insolente como una calandria que (tomando mate o delirando de agonía) nos convoca a pensar como una acelga (colectiva) en esta vaina; sin decirnos nunca a que jugamos, o cuando perdimos; pero manteniendo convencida, dulce y eternamente, ese fiel suspenso que cada cien décadas nos caracteriza...
¡Cuanta dualidad y un solo destino! ...El de la masa...
...No hace falta decir mucho más. Solo basta con respirar y salir a la calle...
¡Viva la Patria Carajo!
Robertango
Semana del Bicentenario
Mayo de 2010
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